3 consejos para cuidar una caja automática

No hay mayor placer que enfrentarse a un gran trancón de la mano de una caja automática, es como ir a la guerra y llevar conmigo un escudo protector. ¡Qué pase lo que tenga que pasar!


Solo pocos conocen este placer al conducir, por tal razón también es importante cuidar y alargar la vida de este cómodo modo de vivir. Por ellos te dejamos estos tres prácticos consejos a la hora de cuidar tu caja automática.

 

No te olvides del freno de mano

 

No uses la posición de parking (P) como freno de mano. Este gesto es especialmente grave en cuestas pronunciadas. La extensión excesiva que se crea en la caja de cambio, provoca averías prematuras y holgaduras innecesarias. ¿Cómo hacerlo de forma correcta? En primer lugar, pon el freno de mano y, cuando el coche ya repose sobre él, utiliza la palanca P.

 

Y para cuándo el aceite

 

Con la misma normalidad que cambias el aceite del motor del coche cada ciertos kilómetros, tienes que acostumbrarte a revisar el aceite de la caja de cambios. Y es que las cajas automáticas están bañadas en fluido lubricante, por ello es necesario revisarlas.

 

¡Cálmate por favor cálmate! 

 

Considerando que un cambio automático trabaja en constante comunicación con el servofreno, es recomendable no practicar técnicas poco habituales fuera del mundo de la competición, como pisar el acelerador y freno al mismo tiempo o trabar las ruedas con el freno de mano para deslizar el tren posterior (sí, hacer un trompo). Al hacerlo, pueden dañarse los moduladores de vacío del cerebro hidráulico de la caja de cambios.

 

 

Estos tres consejos te permitirán bajarle unos ceros a tu próxima visita.

AUTOR. ANÓNIMO